domingo, 18 de agosto de 2019

Protocolos de actuación MEP









Sexualidad en la adolescencia

Sexualidad en la adolescencia
Se da por descubrimiento por pasos
Procesos muy intensos, muy personal que cada uno elige como lo hace
El papel de hombre y mujer vistos y vividos previamente, definen la sexualidad para bien o para mal.
Etapa de experimentación donde ponen a prueba sus gustos y decisiones.
La sexualidad entre adolescentes se vive muchas pruebas sexuales entre estos, y para ser aceptados o por baja autoestima, se van a jugar.
Otros aspectos importantes
Códigos de vestimenta: Moda provocativa fem vrs masc
Ideal de mujer y hombre, hace que se elijan mal la pareja y el amor
Elección de carreras profesionales y quehaceres
Corresponsabilidad y compatibilidad.
Éxito escolar, desarrollo educativo y cognitivo
Papel del genero

Femineidad Lugar del deseo que define los roles y el género Masculinidad

Hembrismo Machismo

Misandria – Feminismo – Feminazi Misoginia

Papel del genero
Cual es la lectura que se tiene de la sexualidad y el papel de la realidad masculino y femenino. Los medios recalcan este papel.


Métodos anticonceptivos
Pastillas
Parches
Sub-dermicos: Implanon, mirena, dispositivo chip
Condón Femenino y masculino
Anillo
Inyecciones
Esponja
Espermaticida
T de cobre
Salpin
Vasectomía

Enfermedades de transmisión
Gonorrea
Papiloma
Clamidia
Tricomoniasis
Piojos púbicos
Condilomas
Sífilis
Herpes genital
Lesiones dermatológicas
Chancro sifilítico
Chancroide
Candidiasis
VIH sida

lunes, 17 de junio de 2019

Identidad del Adolescente

Definición de la identidad.
Existen ciertas cuestiones de la identidad que están predeterminadas y sobre las que tu hija no puede escoger. Entre ellas por lo general se encuentran su nombre, apellidos, zona geográfica, los valores familiares o la cultura de la sociedad en la que nace y crece.
Pero por otro lado se encuentran unas señas de identidad en la adolescencia ante las que puede optar. Estás serán las opciones que definirán a una adolescente y que le permitirán determinar y manifestar su personalidad:
  • Series de televisión adolescentes: es común que elija aquellas series en las que se identifica con alguno de sus personajes.
  • Tipo de música: aunque no es un rasgo permanente para el resto de la vida, la identificación con un tipo de música también se asocia a un estilo y una forma de ser. En la mayoría de las ocasiones se atraviesan diferentes gustos musicales como forma de experimentación.
  • Reivindicaciones sociales o defensa de ideas políticas.
  • Ropa: la forma de vestir es para los adolescentes una estrategia muy recurrida para definir su identidad.
  • Fumar, beber alcohol o consumir determinadas drogas: esta puede ser otra seña de identidad en la adolescencia que sirve para aumentar el sentimiento de pertenencia a un grupo en la mayoría de los casos.
  • Lenguaje y jerga: los adolescentes tienden a crear un argot particular. Les sirve para aumentar el sentimiento de unión con su grupo y la pertenencia frente a otras jóvenes o comunidades.
  • Simpatizar con alguna de las diferentes tribus urbanasemos, góticos, heavies, «poligoneros»…
Ayudar a construir una identidad en la adolescencia.
Construir la identidad es un gran paso hacia una socialización más general y adaptada. Durante la adolescencia lo deseable es identificarse con un grupo de iguales. El grado de empatía con este grupo repercute en su personalidad y resulta muy idóneo evolutivamente hablando.
Que intentes orientar a tu hijo durante la adolescencia hacia aquello que crees que es lo mejor es lo normal. Lo que se ha demostrado en este sentido, es que la mejor opción es proporcionar unos valores firmes sobre los que luego él mismo construya su personalidad.
Tratar de modificar algunos de los rasgos o elecciones de tu hijo es un error. En general es mejor respetar sus gustos musicales, apariencia y hobbies. Intentar cambiarlos podría llevarle a una reacción defensiva para proteger su capacidad de decisión.
Es por ello que la mejor forma de ayudarle es respetar sus elecciones por descabelladas que puedan parecer. Por supuesto debes mantener a tu hijo alejado de modas que puedan ponerle en riesgo físico o psicológico o que afecten a otras personas. En este sentido es bueno que tengas en cuenta la vida privada de tu hijo.
Partiendo de este respeto lógico, ofrecerle una sólida educación en valores para que sea él mismo quien tome las decisiones acertadas es la mejor opción. Piensa que en la adolescencia nada es definitivo y que es una etapa de transición que ayuda a la construcción de la personalidad.

La teoría más completa sobre el desarrollo de la identidad es la de Erikson

Algunos expertos en desarrollo consideran que Erikson es la aproximación sobre el desarrollo adolescente que mas a influido en su estudio, ¿Quién soy? ¿qué hago en la vida?¿hacia dónde voy?¿qué es lo que me hace diferente? Estas preguntas son muy comunes durante la adolescencia. Los adolescentes buscan respuesta a estas preguntas que giran entorno al concepto de identidad. Fue Erikson el primero en señalar lo importantes de estas preguntas para entender el desarrollo adolescente. Por lo cual se considera que la identidad es un concepto clave para el desarrollo adolescente y se lo debemos a las ideas de Erikson.
Identidad vs. Confusión de la identidad es el quinto estado psicosocial de Erikson. En este estadio, la persona se enfrenta al descubrimiento de quien es, que hace en la vida y hacia dónde va. Los adolescentes deben adoptar nuevos roles propios de los adultos como por ejemplo tener una profesión.
La moría psicosocial es el termino propuesto por Erikson para definir la brecha existente entre la seguridad propia de la infancia y la autonomía propia de la edad adulta. Se trata de una etapa que los adolescentes experimentan como parte de la construcción de su identidad. A medida que los adolescentes buscan su identidad experimentan con diferentes roles . Los jóvenes que exploran las identidades contradictorias de forma saludable, emergen con un nuevo sentido del yo, aceptable socialmente. Por el contrario, los adolescentes que no resuelven eficazmente esta crisis de identidad experimentan lo que Erikson denomina confusión. La confusión puede seguir uno de dos caminos posibles: El individuo se retira, aislándose, o se sumerge en el mundo de los iguales, perdiendo su identidad. Las ideas de Erikson sobre el desarrollo de la identidad durante la adolescencia revela un profundo conocimiento de la forma de pensar y sentir de los adolescentes.
Dos ingredientes fundamentales de la teoría de Erikson son la personalidad y la experimentación de roles. Se considera que los adolescentes se enfrentan a una gran cantidad de elecciones y en algún momento de su juventud en el periodo de moratoria psicológica. Durante esta moratoria psicológica experimentan con distintos roles y personalidades hasta que alcanzan un sentido del yo estable. Conforme se van dando cuenta de que van hacer responsables de si mismos y de sus vidas, los adolescentes se plantean en que se van a convertir sus vidas. Asimismo la mayoría de los adolescentes acaba descartando roles indeseables.

El papel de las Redes Sociales en el desarrollo de la identidad de los adolescentes.

Las Redes Sociales en internet están jugando un papel mucho más importante de lo que normalmente se piensa en el desarrollo de la identidad de los propios menores. Y no sólo en el desarrollo de su identidad grupal, sino especialmente en el desarrollo de la identidad personal, aquella que les diferencia del resto y les permite mostrarse como seres únicos e irrepetibles.
Las Redes Sociales no son únicamente espacios en los que relacionarse, conocer gente y subir fotos.
¿Se muestran como son…? o ¿se muestran como les gustaría ser?
No es tan sencillo: en muchas ocasiones no se muestran como son o como les gustaría ser, sino que buscan, experimentan y prueban incluso de forma inconsciente. Hacen o dicen algo de una forma, y si no funciona o no se produce la reacción que esperan modifican esa forma. Aprenden. Así aprendemos todos en tantísimas ocasiones a lo largo de la vida: prueba, error y nueva prueba. La verdad es que están equivocados quienes piensan que cada ser humano es de una manera y punto. Cualquier libro que usted encuentre publicado en estos últimos años, sea de autoayuda, de psicología o de neurociencias aplicadas, le dirá lo mismo: cambiamos física y psicológicamente de forma constante a lo largo de nuestra vida. No hay en su hígado actual una sola de las células que tenía al nacer, del mismo modo que usted ni piensa ni siente como cuando tenía 13 años, o 25, o 35… Y ¡Ay de aquel que no cambie! Ay de aquel que siga actuando, pensando o valorando las cosas como cuando tenía 13 años…
Para contestar a las preguntas que enunciaba, no me queda más remedio que hacerlo con otra pregunta: ¿¿¿Y qué más da??? Si algunos se muestran como no son aun, sino como les gustaría ser, eso es estupendo. Para llegar a ser algo lo mejor es quererlo, desearlo y pretenderlo antes. No solamente los psicólogos, sino incluso los entrenadores de los deportistas de élite dedican tiempo y esfuerzo a “visualizar” con sus deportistas lo que quieren conseguir, antes incluso de intentarlo. Has de creer las cosas que aún no son para que puedan llegar a ser. Si no crees que puedas llegar a saltar más alto, sencillamente no lo conseguirás. Si quieres ser médico pero no crees que puedas aprobar medicina, nunca serás médico. Y aun así no siempre lo lograrás (la tolerancia a la frustración también se entrena y se desarrolla con la práctica).

lunes, 10 de junio de 2019

La Famila

Tipos de Familias

Familia Nuclear


Las familias nucleares están compuestas por una pareja de adultos que se hacen cargo de uno o más hijos biológicos. Es por tanto la familia clásica.
Sus funciones principales son la crianza de los niños y conseguir el bienestar socioafectivo de sus miembros. De hecho, existen investigaciones que afirman que los hombres casados son más felicies que los solteros.
Sin embargo, no esta claro si esto es una correlación o una causa. Es decir, podría ser que los hombres que son más felices se casan precisamente porque eso les ayuda a encontrar pareja. 
La familia nuclear es el concepto tradicional de familia. Cuando se habla de «familia» en el lenguaje popular, las personas hacen referencia a este tipo, aunque cada vez más se va extendiendo más el término.
Familias Homoparentales


Son familias formadas por dos padres o madres homosexuales y uno o más hijos.
Hasta hace poco, cuando se hablaba de pareja de adultos, sobre todo en estos temas, se asumía que se trataban solamente de parejas heterosexuales.
El rechazo existente hacia esta modalidad familiar, predominante en ciertos sectores sociales, parte de las creencias que aún se tienen sobre las personas homosexuales y de las creencias arraigadas sobre los roles de género en la maternidad y paternidad.
Y así lo demuestran los prejuicios sociales más frecuentes que se han escuchado hacia este tipo de familias, como son, en general:
  • “Gays y lesbianas son personas insanas, inestables, incapaces de formar familia y carentes de habilidades parentales”.
  • “Estas familias viven aisladas, en guetos formados únicamente por homosexuales, sin redes sociales de apoyo”.
  • “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de los necesarios referentes masculinos y femeninos”.
  • “Estos niños van a tener muchos problemas porque sufrirán rechazo social”.
  • “Esos niños van a acabar siendo homosexuales también”.
  • “En ese ambiente, estos niños pueden sufrir abusos sexuales”.
Estos prejuicios aún perduran a pesar de las numerosas investigaciones y estudios realizados por importantes instituciones como la American Psychological Association (APA) o la American Academy of Pediatrics (AAP).
Estos demuestran que los hijos con padres del mismo sexo llevan una vida de lo más normalizada y que esto no influye de forma negativa en su desarrollo.
Es más, incluso hay datos que defienden todo lo contrario. Los hijos de parejas homosexuales cuentan con una mejor salud mental, más autoestima y roles de género más flexibles.
Familia Monoparentales


Esta modalidad de familia tampoco se libra de la crítica y la especulación, tanto en el caso de las mujeres solas como de los hombres, aunque estos últimos continúan estando en minoría.
Hace unos años, cuando se hablaba de familias monoparentales, el perfil más común era el de la madre divorciada que se tenía que hacer cargo de los niños en solitario porque el padre se había desentendido. También se daba el caso de muchachas adolescentes que se habían quedado embarazadas y, de nuevo, el padre biológico se había desentendido.
Hoy en día ese perfil ha cambiado un poco. Si bien es cierto que siguen abundando las madres divorciadas, en los últimos años se ha producido un aumento considerable de mujeres que han decidido ser madres en solitario a través de métodos de reproducción asistida.
Igualmente, son cada vez más los padres que tras el divorcio deciden quedarse con la custodia de sus hijos, reivindicando así su derecho a ejercer la paternidad en igualdad de condiciones que las mujeres.
Al igual que ocurre con las familias homoparentales, el tipo de familia monoparental cuenta con sus correspondientes creencias culturales y prejuicios referentes a los roles de género en su mayoría. Por ejemplo:
  • “Un hombre sólo no es capaz de criar a su hijo”.
  • “Los hijos están mejor con sus madres”.
  • “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de una figura paterna/materna”.
En el caso de las mujeres que deciden ser madres en solitario o terminan siéndolo porque no les queda más remedio, no se cuestiona tanto su capacidad como madre como el efecto que tendrán en los más pequeños la ausencia de una figura paterna.
Sin embargo cuando se habla de padres solos, las dudas sobre el adecuado desarrollo de los menores se disparan, basándose sobre todo en argumentos que cuestionan la capacidad y habilidad de los hombres para ser padres.
De hecho, para los padres divorciados es normal encontrarse con trabas tanto legales como de las propias madres de sus hijos, resultando bastante complicado que consigan la custodia exclusiva e incluso a veces hasta la compartida.
Todo esto resulta un tanto contradictorio para una sociedad que busca conseguir la igualdad de derechos y de roles entre hombres y mujeres.
Por otra parte, los estudios realizados sobre el desarrollo de los niños en familias monoparentales concluyen que son niños que crecen tan “normales” como cualquier otro.

Familias reconstituidas, ensambladas o compuestas

Esta modalidad familiar tal vez sea la que más abunda en la actualidad debido al gran número de divorcios que se producen.
Son formadas por ejemplo por los hijos biológicos del padre y los hijos biológicos de la madre. Son por tanto hermanastros que forman una familia por haberse unido sus padres tras separarse de sus anteriores parejas.

Familias de tres generaciones o extensas

Son las formadas por miembros pertenecientes a distintas generaciones que conviven juntos. Por ejemplo, una familia formada por una pareja -padre y madre-, sus hijos y el abuelo.
Este es otro tipo tradicional de familia, más extendido en países con menos recursos económicos y en culturas con valores familiares en las que se valora más al grupo.

Familias adoptivas

Una pareja o un adulto en solitario con uno o más hijos adoptados. 
Estas familias son más comunes en los países desarrollados, cuyas familias tienen más recursos económicos para adoptar niños de su propio país o de otros.
Por ejemplo, en España existen familias nucleares, monoparentales y parejas homosexuales que adoptan niños de Rusia, Asia, Ucrania y países de África.

Familias de acogida

Una pareja o un adulto en solitario decide acoger en su casa a uno o más niños hasta que encuentren un hogar permanente.
Este tipo de familia también es más frecuente en países de desarrollados. Por otra parte, son más frecuentes tras épocas de guerra, cuando los padres han muerto o no han podido huir de sus países. 

Familias sin hijos

teoría triangular del amor
Son las formadas por dos adultos, heterosexuales u homosexuales, que no tienen hijos, ya sea porque lo han decidido o porque lo han podido.
Debido a la actual situación social y económica social, en la que los jóvenes tienen más dificultad de acceder a la vivienda, con sueldos generalmente más bajos, tener hijos se ha vuelto algo no prioritario y que se pospone hasta los 30 o incluso 40 años.
Relacionado con este tipo de familia esta la crisis de natalidad que tienen países como Japón o España. Especialmente en Japón las mujeres han comenzado a valorar más el área profesional de sus vidas, dejando en un segundo lugar la posibilidad de tener pareja e hijos.

Familia de abuelos

Esta clase de familia se da cuando los abuelos cuidan a sus nietos, debido a que los padres los han abandonado, han muerto o tienen problemas de adicciones o legales.
Dependiendo de la situación particular de los abuelos, los hijos pueden quedarse con ellos hasta que sean mayores de edad y puedan decidir, o entrar en programas de adopción.
Tipos de Padres

1- Permisivos
No controlan sus impulsos, inmaduros.

2- Indiferentes
Problemas de identidad, poco sensibles.

3- Democrático
Seguros y empáticos.

4- Autoritario
Agresivos, intolerantes, baja autoestima

lunes, 3 de junio de 2019

¿Qué es inteligencia emocional?


Psicología del Adolescente
Prof. Marianella Valle
Mauricio Ramírez Brenes

¿Qué es inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que nos ayudan a actuar moderadamente ante las situaciones, estas habilidades nos ayudan a autorregularnos para interaccionar con los demás de mejor manera.
¿Cómo manejar las emociones cuando la autoestima es amenazada?
Se pueden seguir las recomendaciones:
1.    Reencuadrar la situación.
2.    Hacer conciencia de lo que desencadena la amenaza.
3.    Alejarse de los estímulos que recuerden causas.
4.    Cambiar el foco de atención.
El canalizar los pensamientos ya sea solo o con ayuda puede cambiar las situaciones que vemos como negativas y amenazantes, hay que quitar todo lo que nos recuerde el mal momento que atravesamos para poder continuar con nuestra vida con la menor afectación y mirar las cosas que si están bien en nuestra vida.
Elija según la serie "13 reasons why", un ejemplo de falta de capacidad empática o alexitimia en su personaje, e indique:
·         cual situación cumple
·         porque lo cumple
·         1 solución ante su situación

Personaje: Jessica
Situación: Luego de que se hacen amigos Jessica, Hanna y Alex, dejan por fuera a Hanna del grupo por empezar una relación amorosa entre Jessica y Alex, Hanna luego de enterase trata de hablar con ellos, pero Jessica se molesta y Alex se hace el indiferente, cuando están discutiendo por la situación Jessica le da una bofetada a Hanna y se va, actuando sin empatía hacia la que era una muy buena amiga, al parecer Jessica antepone sus intereses personales y actúa sin pensar en los sentimientos de sus propios amigos.
En este caso Jessica se muestra con falta de capacidad empática, al dejar que sus amigos se alejen por motivos que no lo ameritaron, pierde la perspectiva y deja que un momento de ira o enojo domine su actuar hasta en contra de sus propios amigos.
La solución para esta situación parece ser sencilla, si Jessica pretendía tener una relación amorosa con Alex debió de hablar con Hanna para que su amistad no se viera comprometida y poder resolver cualquier diferencia que se generara por la situación. Aunque el hablar de nuestros problemas y sentimientos nunca es sencillo, se puede tratar de ser un poco más abierto con nuestros amigos más cercanos para tener una red de apoyo que nos ayude a superar todo.

lunes, 27 de mayo de 2019

El Yo Adolescente

El Yo Adolescente

Resultado de imagen para el yo adolescente
El adolescente se muestra básicamente egocéntrico. Una persona egocéntrica es aquella que aprecia la realidad según su exclusiva consideración, muy subordinada a su debilidad personal y a sus propias carencias. Por consiguiente, el egocéntrico no alcanza perspectiva sobre la realidad que le toca vivir ni en relación con los demás.
Juzga y valora al otro según lo que espera de él, y no según aquello que en verdad representa para su vida. Él no ha aprendido a considerar el índice de aceptación y humildad que proponen las pruebas de la vida, lo que en verdad sugiere la forma de ser de otra persona que pasa por su lado, pues no puede entender que en las diferencias reside su gran entrenamiento.
El adolescente es proclive a compararse, tanto para salir ganando como perdiendo. De esta forma es vanidoso, pues necesita proteger su propia imagen ante los demás. Le importa sobremanera que lo admiren y aplaudan, y no soporta bajo ningún concepto que pongan a su Yo en evidencia. Mantendrá sin conciencia una pintiparada imagen que declarar, por lo que disfrazará la verdad con muy diversos manejos para que su Yo no se sienta menoscabado.
¿Cómo puedo saber si aún adopto una actitud adolescente ante la vida? Pues yo diría atendiendo a aquellos argumentos del pasado con los que justificas las penurias del presente; observando las explicaciones manidas que aún sirven a tu «Ego» de auto-defensa, ante otra persona que no sueles escuchar y aprecias como contrincante. Cómo tu Yo se molesta y se dispara en consideraciones subjetivas que no van a favor de la autenticidad y del reconocimiento de la utilidad de las cosas. Asimismo, en una conversación discutidora, atrapada en ideas inconsistentes, se manifiesta de forma palmaria la sinrazón del adolescente.
Siempre escorado en su posición y planteamientos, se deja llevar fácilmente por la emoción negativa, por la contrariedad, evadiendo cualquier enfoque que pueda facilitarle una mirada más amplia de aquello que está sucediendo. De esta manera el adolescente alienta el amor propio, como apoyo cardinal de un Yo del que no puede adoptar perspectiva alguna. Y, de ningún modo, estará dispuesto a reconocer sus propias contradicciones y a excusarse.
Acumula sin darse cuenta la insatisfacción, como sedimento que lo frustra y aminora. Esto es como decir que va acopiando decepciones, acrecentando el foco de dolor que su «Ego» carente ha forjado. El adolescente mantiene vivo en su psique el «no me diste», la decepción que de forma dispar se convertirá en un reproche continuado, destinado a patentizar la inadecuada actitud del otro ante sus intereses. Su mirada a la vida suele ser por tanto absoluta y crítica, no disponiendo de capacidad para relativizar los fenómenos ni, tampoco, para olvidar.
El adolescente no se da cuenta del mecanismo defensivo que usa su Yo ante la adversidad. Él lo justifica de continuo, y cuando se molesta tiene a su disposición una retahíla de advertencias y admoniciones que extrae irreflexivamente de su foco de dolor. Sin darse cuenta, funciona automáticamente, por lo que suele emplear una mente difusa, en donde la concreción se hace muy difícil. Es básicamente emocional, y no estará educado a seguir el hilo de una conversación ordenada y constructiva, ya que suele funcionar por impulsos y dispares reacciones.
Un adolescente que lea esto difícilmente se sentirá identificado con el perfil, por lo que sugerimos desde aquí una oportuna toma de conciencia con la que poder comprender nuestros hábitos dañinos y reconocer los escollos del camino. Todos de alguna forma mantenemos por instantes actitudes adolescentes, sin embargo, la madurez alza el vuelo hacia la corrección, y es en la enmienda, en el momento donde surge la prueba, cuando la honestidad y la nobleza desenmascaran la faz bisoña del Yo.
En el espejo ajeno se reflejan más vivamente las carencias humanas debido a un mecanismo prefrontal del cerebro, gracias al cual tendemos a traducir y valorar en exceso todo lo que se mueve a nuestro alrededor. De esta manera programamos desde niños la mente para enjuiciar lo de afuera, para estipular, aun inconscientemente, qué me niega o qué me puede reportar complicidad y seguridad. Este hábito a la especulación establece nuestros juicios de valor según lo que al «Ego» le interese apreciar, cuestión que nos impide estimar a nuestros semejantes de forma ecuánime.
El Yo aparente evita que podamos hacernos una idea precisa de lo que almacena nuestro subconsciente, del balance carencial que padece nuestra alma. No comprenderemos por tanto el entrenamiento y aprendizaje que propone una relación para ajustar en nuestro interior algo no solucionado. Estamos tan habituados a tener en cuenta las concretas respuestas que nutren a nuestro Yo personal, que no llegamos a distinguir el lenguaje oculto de nuestros estados anímicos. Esta sucesión de hábitos compulsivos y externos ha contribuido a que el subconsciente humano engorde en necesidades y ahogos personales, produciendo una serie de trastornos que merman la identidad individual. Y este colapso —que desde aquí consideramos enfermizo— impide que podamos atender con sano juicio aquello que nos reporta el trato con nuestros semejantes.
Todos, en mayor o menor medida, padecemos esta equívoca situación. Mas es a través de las personas con las que compartimos vida cómo podemos ir manifestando y comprendiendo las cuestiones no resueltas por el Yo y, asimismo, las cualidades que debemos lograr; aunque este entrenamiento lo vivamos desde una continua comparación, o bien desde la reacción y tensión personal. En este laboratorio de experiencias y correspondencias humanas investigamos nuestra razón de ser, de existir y constituirnos. Por ello las relaciones con los demás se van a convertir en el caldo de cultivo imprescindible para la evolución.
Dentro de cualquier sistema de correspondencias gobiernan dos aspectos fundamentales de la energía: la simpatía y la repulsión. Podríamos decir que en el interior de cada uno de nosotros vibra un timbre personal siempre dispuesto a sentir como agradable la relación con aquellas personas que van a favor de nuestro Yo, y como desagradable la de aquellos individuos que vibran en una sintonía distinta. Es como si el Yo dispusiera de un sintonizador de frecuencias y lo aplicara en la relación con los demás de forma mecánica. A mayor confusión y debilidad, mayor resistencia tendremos a sintonizar con los demás, reduciendo nuestras relaciones a un marco estrecho de posibilidades. Sin embargo, el desarrollo de la conciencia nos permitirá poder asumir y simpatizar con un índice mayor de individuos.
Todo el universo sucede como una telaraña energética en donde cada hilo no podría establecerse si no cuenta con la estructura general y, asimismo, con aquél en donde se apoya. Esto es como decir que todos dependemos de todos, que somos eslabones de una cadena común en la que nos corresponde un exacto cometido que podríamos identificar conscientemente.
Esta previa investigación requiere pues mucha industria, ya que se trata de pasar del marco de referencias externas que sumen al Yo en una permanente superchería, al marco consciente que nos permitiría definir nuestra exacta posición individual. Es fácil entender que la persona, cuanto más débil se siente, cuanto más inmadura, más va a necesitar envolver su personalidad en las actitudes y características de los demás, ya que al no encontrar en sí mismo una estabilidad propia, tenderá a que otras personas sirvan de referencia a su menoscabado Yo. Podríamos decir que en la medida en que se va estableciendo su fuerza personal, el individuo se siente menos subordinado a los otros, se hace más libre e independiente, debido precisamente a su mayor capacidad de tolerancia y comprensión.
Como es de suponer, buscamos en los demás superar un fondo carencial no resuelto, compartir sentimientos, criterios e intereses comunes, en la medida en que no nos sentimos completos y, en cierto modo, realizados. Todos los seres humanos pretendemos mitigar a través de emociones compartidas la sensación de zozobra que nos proporciona la vida; y esto es así porque necesitamos a nuestros semejantes para ir alcanzando una cierta estabilidad emocional.

La Teoría del Procesamiento de la Información y la Psicología

La Teoría del Procesamiento de la Información y la Psicología

Una corriente especialmente influyente dentro del cognitivismo ha sido la teoría del procesamiento de la información, que compara la mente humana con un ordenador para elaborar modelos que expliquen el funcionamiento de los procesos cognitivos y el modo en que determinan la conducta.
En este artículo describiremos los planteamientos y modelos principales de la teoría del procesamiento de la información. Asimismo haremos un breve recorrido histórico por la concepción del ser humano como máquina, propuesta por todo tipo de teóricos desde hace siglos pero que llegó a su culmen con la aparición de este enfoque.

La teoría del procesamiento de la información

La teoría del procesamiento de la información es un conjunto de modelos psicológicos que conciben al ser humano como un procesador activo de los estímulos (información o “inputs”) que obtiene de su entorno. Esta visión se opone a la concepción pasiva de las personas que caracteriza a otras orientaciones, como el conductismo y el psicoanálisis.
Estos modelos se engloban en el cognitivismo, paradigma que defiende que los pensamientos y otros contenidos mentales influyen en la conducta y deben ser distinguidos de esta. Se popularizaron en la década de 1950 como reacción a la postura conductista, predominante en la época, que concebía los procesos mentales como formas de conducta.
Las investigaciones y modelos teóricos desarrollados en el marco de esta perspectiva se han aplicado a un gran número de procesos mentales. Cabe destacar el énfasis particular en el desarrollo cognitivo; desde la teoría del procesamiento de la información se analizan tanto las estructuras cerebrales en sí mismas como en su relación con la maduración y la socialización.
Los teóricos de esta orientación defienden una concepción fundamentalmente progresiva del desarrollo cognitivo, que se opone a los modelos cognitivo-evolutivos basados en estadios, como el de Jean Piaget, centrados en los cambios cualitativos que aparecen a medida que los niños crecen (y que también son reconocidos desde el procesamiento de la información).

El ser humano como ordenador

Los modelos surgidos de este enfoque se fundamentan en la metáfora de la mente como ordenador; en este sentido el cerebro se concibe como el soporte físico, o hardware, de funciones cognitivas (memoria, lenguaje, etc.), que equivaldrían a los programas o software. Tal planteamiento sirve como esqueleto a estas propuestas teóricas.
Los ordenadores son procesadores de información que responden a la influencia de “estados internos”, el software, que puede por tanto ser utilizado como herramienta para operativizar los contenidos y procesos mentales de las personas. De este modo se busca extraer hipótesis sobre la cognición humana a partir de sus manifestaciones no observables.
El procesamiento de la información empieza con la recepción de estímulos (inputs en lenguaje computacional) a través de los sentidos. A continuación codificamos la información de forma activa por tal de otorgarle significado y poder combinarla con la que almacenamos en la memoria a largo plazo. Finalmente se ejecuta una respuesta (output).

Evolución de esta metáfora

Distintos autores han llamado la atención sobre las similitudes entre las personas y las máquinas a lo largo de la historia. Las ideas de Thomas Hobbes, por ejemplo, manifiestan una visión de las personas como “animales máquina” que recogieron también el padre del conductismo, John Watson, y otros representantes de esta orientación, como Clark L. Hull.
Alan Turing, matemático y científico de la computación, publicó en 1950 el artículo “Maquinaria computacional e inteligencia”, en el que describió lo que posteriormente se conocería como inteligencia artificial. Su obra tuvo una gran influencia en el ámbito de la psicología científica, favoreciendo la aparición de modelos basados en la metáfora del ordenador.
Las propuestas psicológicas de tipo computacional nunca llegaron a ser hegemónicas en sí mismas; no obstante, dieron paso a la “revolución cognitiva”, que fue más bien una progresión natural desde el conductismo mediacional estadounidense, con el cual los procesos mentales ya habían sido añadidos a los planteamientos básicos de la tradición conductista.

Modelos y autores principales

A continuación explicaremos de forma sintética cuatro de los modelos más influyentes surgidos en el marco de la teoría del procesamiento de la información. 
En conjunto estas propuestas explican muchas de las fases del procesamiento de la información, en el cual la memoria juega un rol especialmente destacado.

1. El modelo multialmacén de Atkinson y Shiffrin

En 1968 Richard Atkinson y Richard Shiffrin propusieron un modelo que dividía la memoria en tres componentes (“programas”, desde la metáfora del ordenador): el registro sensorial, que permite la entrada de información, un almacén de corta duración que pasaría a conocerse como “memoria a corto plazo” y otro de larga duración, la memoria a largo plazo.

2. Los niveles de procesamiento de Craik y Lockhart

Poco después, en 1972, Fergus Craik y Robert Lockhart añadieron al modelo multialmacén la idea de que la información puede ser procesada en grados crecientes de profundidad en función de si sólo la percibimos o además le prestamos atención, la categorizamos y/o le otorgamos significado. El procesamiento profundo, opuesto al superficial, favorece el aprendizaje.

3. El modelo conexionista de Rumelhart y McClelland

En 1986 estos autores publicaron “Procesamiento distribuido en paralelo: investigaciones sobre la microestructura de la cognición”, que sigue siendo un libro de referencia fundamental en este enfoque. En esta obra presentaron su modelo de las redes neuronales de almacenamiento de la información, avalado por la investigación científica.

4. El modelo multicomponente de Baddeley

La propuesta de Alan Baddeley (1974, 2000) domina en la actualidad la perspectiva cognitivista sobre la memoria operativa. Baddeley describe un sistema ejecutivo central que supervisa los inputs obtenidos a través del lenguaje receptivo (bucle fonológico), las imágenes y la lectoescritura (agenda visoespacial). El búfer episódico equivaldría a la memoria a corto plazo.