Familia Nuclear
Las familias nucleares están compuestas por una pareja de adultos que se hacen cargo de uno o más hijos biológicos. Es por tanto la familia clásica.
Sus funciones principales son la crianza de los niños y conseguir el bienestar socioafectivo de sus miembros. De hecho, existen investigaciones que afirman que los hombres casados son más felicies que los solteros.
Sin embargo, no esta claro si esto es una correlación o una causa. Es decir, podría ser que los hombres que son más felices se casan precisamente porque eso les ayuda a encontrar pareja.
La familia nuclear es el concepto tradicional de familia. Cuando se habla de «familia» en el lenguaje popular, las personas hacen referencia a este tipo, aunque cada vez más se va extendiendo más el término.
Familias Homoparentales
Son familias formadas por dos padres o madres homosexuales y uno o más hijos.
Hasta hace poco, cuando se hablaba de pareja de adultos, sobre todo en estos temas, se asumía que se trataban solamente de parejas heterosexuales.
El rechazo existente hacia esta modalidad familiar, predominante en ciertos sectores sociales, parte de las creencias que aún se tienen sobre las personas homosexuales y de las creencias arraigadas sobre los roles de género en la maternidad y paternidad.
Y así lo demuestran los prejuicios sociales más frecuentes que se han escuchado hacia este tipo de familias, como son, en general:
- “Gays y lesbianas son personas insanas, inestables, incapaces de formar familia y carentes de habilidades parentales”.
- “Estas familias viven aisladas, en guetos formados únicamente por homosexuales, sin redes sociales de apoyo”.
- “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de los necesarios referentes masculinos y femeninos”.
- “Estos niños van a tener muchos problemas porque sufrirán rechazo social”.
- “Esos niños van a acabar siendo homosexuales también”.
- “En ese ambiente, estos niños pueden sufrir abusos sexuales”.
Estos prejuicios aún perduran a pesar de las numerosas investigaciones y estudios realizados por importantes instituciones como la American Psychological Association (APA) o la American Academy of Pediatrics (AAP).
Estos demuestran que los hijos con padres del mismo sexo llevan una vida de lo más normalizada y que esto no influye de forma negativa en su desarrollo.
Es más, incluso hay datos que defienden todo lo contrario. Los hijos de parejas homosexuales cuentan con una mejor salud mental, más autoestima y roles de género más flexibles.
Esta modalidad de familia tampoco se libra de la crítica y la especulación, tanto en el caso de las mujeres solas como de los hombres, aunque estos últimos continúan estando en minoría.
Hace unos años, cuando se hablaba de familias monoparentales, el perfil más común era el de la madre divorciada que se tenía que hacer cargo de los niños en solitario porque el padre se había desentendido. También se daba el caso de muchachas adolescentes que se habían quedado embarazadas y, de nuevo, el padre biológico se había desentendido.
Hoy en día ese perfil ha cambiado un poco. Si bien es cierto que siguen abundando las madres divorciadas, en los últimos años se ha producido un aumento considerable de mujeres que han decidido ser madres en solitario a través de métodos de reproducción asistida.
Igualmente, son cada vez más los padres que tras el divorcio deciden quedarse con la custodia de sus hijos, reivindicando así su derecho a ejercer la paternidad en igualdad de condiciones que las mujeres.
Al igual que ocurre con las familias homoparentales, el tipo de familia monoparental cuenta con sus correspondientes creencias culturales y prejuicios referentes a los roles de género en su mayoría. Por ejemplo:
- “Un hombre sólo no es capaz de criar a su hijo”.
- “Los hijos están mejor con sus madres”.
- “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de una figura paterna/materna”.
En el caso de las mujeres que deciden ser madres en solitario o terminan siéndolo porque no les queda más remedio, no se cuestiona tanto su capacidad como madre como el efecto que tendrán en los más pequeños la ausencia de una figura paterna.
Sin embargo cuando se habla de padres solos, las dudas sobre el adecuado desarrollo de los menores se disparan, basándose sobre todo en argumentos que cuestionan la capacidad y habilidad de los hombres para ser padres.
De hecho, para los padres divorciados es normal encontrarse con trabas tanto legales como de las propias madres de sus hijos, resultando bastante complicado que consigan la custodia exclusiva e incluso a veces hasta la compartida.
Todo esto resulta un tanto contradictorio para una sociedad que busca conseguir la igualdad de derechos y de roles entre hombres y mujeres.
Por otra parte, los estudios realizados sobre el desarrollo de los niños en familias monoparentales concluyen que son niños que crecen tan “normales” como cualquier otro.
Familias reconstituidas, ensambladas o compuestas
Esta modalidad familiar tal vez sea la que más abunda en la actualidad debido al gran número de divorcios que se producen.
Son formadas por ejemplo por los hijos biológicos del padre y los hijos biológicos de la madre. Son por tanto hermanastros que forman una familia por haberse unido sus padres tras separarse de sus anteriores parejas.
Familias de tres generaciones o extensas
Son las formadas por miembros pertenecientes a distintas generaciones que conviven juntos. Por ejemplo, una familia formada por una pareja -padre y madre-, sus hijos y el abuelo.
Este es otro tipo tradicional de familia, más extendido en países con menos recursos económicos y en culturas con valores familiares en las que se valora más al grupo.
Familias adoptivas
Una pareja o un adulto en solitario con uno o más hijos adoptados.
Estas familias son más comunes en los países desarrollados, cuyas familias tienen más recursos económicos para adoptar niños de su propio país o de otros.
Por ejemplo, en España existen familias nucleares, monoparentales y parejas homosexuales que adoptan niños de Rusia, Asia, Ucrania y países de África.
Familias de acogida
Una pareja o un adulto en solitario decide acoger en su casa a uno o más niños hasta que encuentren un hogar permanente.
Este tipo de familia también es más frecuente en países de desarrollados. Por otra parte, son más frecuentes tras épocas de guerra, cuando los padres han muerto o no han podido huir de sus países.
Familias sin hijos
Son las formadas por dos adultos, heterosexuales u homosexuales, que no tienen hijos, ya sea porque lo han decidido o porque lo han podido.
Debido a la actual situación social y económica social, en la que los jóvenes tienen más dificultad de acceder a la vivienda, con sueldos generalmente más bajos, tener hijos se ha vuelto algo no prioritario y que se pospone hasta los 30 o incluso 40 años.
Relacionado con este tipo de familia esta la crisis de natalidad que tienen países como Japón o España. Especialmente en Japón las mujeres han comenzado a valorar más el área profesional de sus vidas, dejando en un segundo lugar la posibilidad de tener pareja e hijos.
Familia de abuelos
Esta clase de familia se da cuando los abuelos cuidan a sus nietos, debido a que los padres los han abandonado, han muerto o tienen problemas de adicciones o legales.
Dependiendo de la situación particular de los abuelos, los hijos pueden quedarse con ellos hasta que sean mayores de edad y puedan decidir, o entrar en programas de adopción.
1- Permisivos
No controlan sus impulsos, inmaduros.
2- Indiferentes
Problemas de identidad, poco sensibles.
3- Democrático
Seguros y empáticos.
4- Autoritario
Agresivos, intolerantes, baja autoestima
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